Los Resentimientos
Investigaciones realizadas en la Universidad de Stanford muestran cómo al perdonar se sana: cuando dispensamos una ofensa, nuestra energía física se incrementa.
Por el contrario, quienes se instalan en el resentimiento corren mayores riesgos de padecer enfermedades del corazón, cáncer y tensiones musculares, debido a que su organismo produce toxinas que afectan los sistemas cardiovascular, digestivo y nervioso.