Es la pauta para el concierto de imágenes, emociones, leyendas, mitos y descubrimientos que vendrá a continuación. Es una pieza que se caracteriza por su electrizante oscuridad e imaginería de milenaria aprehensión, y que pertenece al disco homónimo que presentaba a Fever Ray como ejemplo del indie-electro sueco más contemporáneo (el moderno y acústico está representado por otra parte por Nils Landgren). Cuyas muestras, hoy, son la oferta y el corpus sustancial de muchos artistas de la electrónica internacional.