Y quizá el que más se lo haya merecido, a la luz de la historia actual del país al que quiso representar. Este músico fue un raro ejemplo. No evitó nunca la verdad, y resultó a veces en extremo franco. Tampoco se hizo el ciego frente a las necesidades colectivas. Él fue la realidad de lo que predicaba, lo concreto de su pensamiento. No cedió a ninguna tentación ni aspiró a la fama.