En 1966 el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales señalaba la necesidad de asegurar a las mujeres condiciones de trabajo no inferiores a las de los hombres, con salario igual por trabajo igual. Pese a ello, en el estudio Mujeres en el trabajo. Tendencias de 2016, la Organización Internacional del Trabajo reconoce que en el mundo la remuneración de la mujer trabajadora equivale a sólo 77% del salario del hombre y dicha brecha tomará hasta 70 años en cerrarse de acuerdo con las tendencias actuales.