El primero de los cuadros se encuentra en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, y el segundo es parte de la colección Burton Tremaine. Según las propias palabras de Mondrian: "En el baile de jazz moderno, la línea curva ha cedido su lugar a la línea recta, y cada movimiento es neutralizado inmediatamente por un contramovimiento, lo que corresponde a la búsqueda del equilibrio.”