El llamado Caballero de la Noche está marcado por los trágicos acontecimientos de su infancia: en su figura encarnan signos y síntomas asociados al Trastorno Persistente de Duelo, Trastorno de Estrés Postraumático, Trastorno Obsesivo Compulsivo y Trastorno de Personalidad Múltiple, pero al lado de ello Batman es un ejemplo de resiliencia, es decir, de la capacidad que tenemos los seres humanos para adaptarnos positivamente a situaciones adversas.