He aprendido que, en lugar de concentrarse en la pérdida de las personas, es muy útil pensar en el privilegio que significa haberlas conocido y tratado”. El positivo punto de vista de Smith resultó patente cuando se presentó en el Central Park de Nueva York una calurosa noche de julio de 1995 ante diez mil personas. En compañía de Lenny Kaye, del bajista Tony Shanahan y de su hermana Kimberly Smith en la guitarra acústica, resultó una reunión intensa entre Patti y su público.