El fundamento contextualista de esta agrupación neoyorquina se basó en la creación de ambientes aparentemente caóticos, pero controlados en lo absoluto por sus habilidades como instrumentistas. En sus conciertos se dejan llevar por la imaginación y usan materiales diversos, utilizan hasta veinte guitarras con distintas afinaciones. Todo es necesario en dicho concepto. De esta manera han dado cátedra durante varias décadas.