El productor Rick Rubin apostó por la buena música que había escuchado en un concierto en Los Ángeles del grupo Gossip. Lo firmó para la subsidiaria Music With a Twist, que tiene como objetivo a los artistas del término LGBT (lésbico, gay, bisexual y trans), y grabó su irónico cuarto álbum: Music for Men, lanzado en el 2009 (a éste le ha seguido A Joyful Noise).
Surgió entonces todo el poderío vocal de Beth Ditto y el impetuoso sonido de la banda: un aglomerado de indie dance-punk, ajeno a los cánones, que en su hechura lleva ya una gran suma de leyendas: la de los estudios Shangri-La, el trabajo de Rubin y la picardía de una rolliza Gracia griega arropada por un cotilleo sustancioso.