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761. Crooners, rockers: Y viceversa

En los genes del hipermodernismo hay un gusto esencial por la cultura vintage, es decir, por la primacía de un tono emocional melancólico, que ya se encuentra por doquier (en el cine, en lo culinario, en la moda, en las artes plásticas, etc.).

La música ha reclamado también esa experiencia para sí, pero con algunas condicionantes: un nuevo orden para interpretar los valores conocidos y la ruptura de la linealidad temporal que lleva implícita, por mencionar algunas. A la vista y escucha de los ejemplos de Paul Anka y Rod Stewart, que han intercambiado el rock por el swing y viceversa, no queda más que aplaudir espontáneamente sus expresiones. Aplaudir lo que ya se conocía pero parece nuevo bajo su estética.