Su lírica: un drama de sexo entrelazado con hechos de realidad, rudeza y ternura; con deseos que nadie podía satisfacer; con crímenes sin explicación, con castigos a los que no podía escapar, y con una leyenda contractual con el Diablo para tocar magistralmente la música que interpretaba. En lo musical fue un innovador y un estudioso práctico de su género e instrumento. Ningún otro guitarrista de blues ha estado rodeado de tantos mitos y leyendas como él, cuya vida ha sido sometida a un proceso de comprensión eterna.