Raperos con antecedentes penales como Snoop Doggy Dogg; con cargos por lesiones graves como Flavor Flav o por homicidio, como Tupac Shakur, son ejemplos históricos que han mostrado la mencionada ruta: la música con pistola en mano. El arma, en posesión de tales rimadores, se ha convertido en indicador de marca y aleja del material cualquier atisbo sobre la calidad: una palabra que no entra en su reducido y reiterativo vocabulario.