La historia de este cantante, y su esencia sonora, con The Belmonts y luego como solista, responden al Nueva York de aquella época, donde el doo-wop (la fantástica deriva del R&B) de los grupos vocales negros y blancos bullía por las esquinas y aceras mientras surgía el excitante rock’n’roll proveniente del Sur. Sí, Nueva York, la metrópoli por excelencia, irradiaba musicalidad por los cuatro costados cuando Dion reinaba.