Para hacer de aquel sueño una realidad adquirió un viejo buque llamado Frederica y se fue hasta Estados Unidos para comprar el equipo técnico necesario. Fue en ese viaje, al hojear un ejemplar de la revista Look en la que aparecían unas fotos del presidente John F. Kennedy jugando con sus hijos John Jr. y Caroline en la oficina Oval, cuando se le ocurrió el nombre de la emisora, Radio Caroline. Nombre con el que pasaría a la historia como la radio pirata más longeva