Quizá la herida que la vida le ha abierto tempranamente encuentra su paliativo en esa forma de cantar. Encuentro en ella mucho del espíritu cincuentero que acompañó a las intérpretes blancas durante aquellos años. Me refiero a Peggy Lee y a Julie London, por mencionar algunas referencias evidentes.
106. Melody Gardot. Melancólica sensualidad.
En gente como Melody Gardot, oriunda de Filadelfia, la palabra “swing” se transforma en verbo. Porque la carnalidad de su estilo es la manera ideal para describir ese acto de crear una pulsión y el flujo rítmico que constituyen la marca distintiva de una auténtica intérprete del jazz (en este caso con tendencia hacia el pop soul). Y eso lo ha logrado a sus escasos 26 años de edad.