Los jóvenes, en lugar de avergonzarse por su inmadurez y esforzarse en adoptar hechuras tradicionales para ganar reputación, empezaron a sentirse ufanos de su apariencia. Ellos representaban, por un lado, la barbarie de siempre pero, por otro, también la opción de ópticas más acordes con la novedad. Los medios masivos difundieron (a pesar suyo) la nueva visión de la sociedad, la universidad, la familia, la escuela, la relación intersexual, los derechos de la mujer, y la composición de una estampa refrescante.
109. 68 r.p.m.: Soundtrack de la Revuelta / II
El año 1968 significó, para los analistas, la cristalización conjunta del malestar obrero, el malestar estudiantil por la educación y la explosión del reino juvenil que estaba cociéndose desde hacía años. “La revolución ¡ahora!” fue el grito fundamental.