Y, aunado a ese conocimiento, la seguridad también de que las transformaciones esenciales acarrearían con ellas polémicas encendidas y censura, lo mismo que legitimaciones hacia los hechos sociales de los que era producto. Toda corriente musical necesita del soporte social y los fundamentos históricos y artísticos para convertirse en una sonoridad de trascendencia. Y los aconteceres de dicho año se lo brindaron a raudales. No hay revolución sin música.