De cualquier forma, no existe una palabra precisa que defina la música de Roomful of Blues: una mezcla embriagante de muchas cosas. Se percibe el fraseo del jazz, el lamento del soul, la forma del blues y el beat del rock. Llámenlo rhythm and blues, si quieren, pero sólo se habrá rascado la superficie.
Del año 2020, en el que todos vivimos en peligro (pero algunos no lograron superarlo), hoy recordamos los nombres de aquellos que se fueron por entonces de manera silenciosa, sin recibir el obituario justo debido a la densidad mortal que distrajo de ello.
El acontecimiento más importante (y trágico) del año 2020 fue la llegada del coronavirus que arrasó con cientos de miles de vidas humanas y con la salud, economía y socialización de los países del orbe en general, con secuelas aún ignotas, pero nada buenas para el mundo.
Sin mayores rodeos mi prima Águeda me preguntó con mucha curiosidad si lo malo que se decía sobre Avándaro era verdad. Le dije que no, que había sido otra cosa, que el rock lo abarcaba todo aquí y en otros lados y en cualquier idioma.
Primero, nadie le pidió a LCD Soundsystem que se fuera. Y después, nadie le pidió que volviera, pero lo hizo y salió airoso. Wolf Alice navegó tranquilamente entre el punk y el pop, sin problema de identidad alguno en Visions of a life, su segundo álbum.