El soundtrack disneyiano ha evolucionado desde las tonadillas populares (de los comienzos) hasta las creaciones originales de artistas de diversos ámbitos actuales. En el corazón de muchos músicos que crecieron con sus películas habitan esos recuerdos y la resonancia de esos sonidos y cuentos ha conectado a una generación con la siguiente. La música que se recrea en dicho gusto y facilita los enlaces en este sentido, sirve de orientación para que la historia de estos dibujos y sus memorables canciones continúen siendo una común historia para todos.
Disneylandia (para los oídos)
La música se incorporó a las películas de Disney en 1928. Desde entonces ha tenido tanta importancia como la hechura de los dibujos mismos.