El rock and roll nació con esta mitología sexual. Y el primer Little Richard --un ser inimaginable y al mismo tiempo omnipresente en las peores pesadillas de los racistas blancos-- fue el arquitecto y profeta más bizarro en su diseño. Sus cuatro argumentos fundamentales fueron: “Tutti Frutti”, “Long Tall Sally”, “Lucille” y “Good Golly Miss Molly”. Leyes sicalípticas talladas en piedra para la eternidad.
Little Richard: 80 años y tan bizarro
El conservadurismo estadounidense agregó el rock & roll a su particular averno negro porque, según éste, los ritmos salvajes producidos por dicha música ponían de relieve la libido primordial contra la que el hombre blanco había tratado de erigir la barrera de su cultura frágil y amenazada.