La ternura todavía se ve como algo “fuera de lugar” en los vatos. Las reglas culturales dicen que sólo podemos ser tiernos con la morra, con las hijas, con los nietos… y párale de contar. Si un hombre es afectivo con sus compas, con sus hermanos o hasta con sus propios hijos hombres, de volada llegan las miradas raras, los comentarios y las burlitas incómodas. A Abraham Rojas Luna, psicólogo e integrante de HR Vida, le ha tocado escuchar chistes y dudas sobre su sexualidad nomás por ser cariñoso con la banda que lo rodea. Pero lejos de agüitarse, eso le despertó la curiosidad: ¿qué onda con los vatos y su relación con la ternura y el afecto? Es un tema que el interesa indagar.