"“Para que algo nuevo emerja tienen que existir fracturas en lo obsoleto”. Pero esas fracturas también provocan resistencias a los cambios. En el siglo XXI existen movimientos sociales que han logrado avances en los derechos humanos de las personas, por ejemplo, los movimientos antirracistas, los de la comunidad LGBTTTIQA+, los feminismos, entre otros. Los cambios culturales en el rol social de las mujeres han provocado malestares en el ámbito privado y en el público, como resultado han emergido posicionamientos “neomachistas” y “discursos victimistas” que son síntomas de la “pérdida de privilegios y del ejercicio de poder” de los hombres con identidades tradicionales. Dice Geru Aparicio Aviña, maestra en Victimología y Derechos Humanos."