Lombardo Toledano, Cantinfleando
Las aluciones al cantinfleo se hicieron presentes en la política mexicana en aquel episodio protagonizado por Luis Napoleón Morones que encabeza la CROM y Lombardo Toledano al frente de la CTM.
Las aluciones al cantinfleo se hicieron presentes en la política mexicana en aquel episodio protagonizado por Luis Napoleón Morones que encabeza la CROM y Lombardo Toledano al frente de la CTM.
En 1936 inició la fama de Mario Moreno "Cantinflas" cómico mexicano, dueño de una verborrea incoherente. Tal acto de hablar mucho y decir poco característico de Cantinflas, fue reconocido por la Real Academia Española como un nuevo verbo: cantinflear.
En 1927 Jesús Acosta crea un personaje peladito ingenioso llamado Chupamirto, del cual Mario Moreno "Cantinflas" copió su atuendo y sus chistes.
El diccionario de la Real Academia define cantinflear como: "Hablar y actuar de forma disparatad e incongruente, sin decir nada"
Cantinflas admiraba a un actor de teatro de revista llamado Eduardo Rugama y Gonzales del Campillo, de él adoptó su hablar etílico, alrevesado e incoherente y lo aderezó con su propio talento creando así su cantinfleo.
Carlos Monsiváis narra que en una presentación Mario Moreno principiante y nerviosos tuvo que inprovisar. Las incoherencias dichas hicieron carcajear al publico; se escuchó un grito: "¡Cuánto inflas!" otro: "¡En la cantina inflas!" ahí surgio "Cantinflas"
En 1934 comienza la fama de Cantinflas, ese mismo año aparece el libro "Perfil del hombre y la cultura en México" de Samuel Ramos, quien afirma que los mexicanos sufrimos complejo de inferioridad y el peladito es muestra de ello.
Cantinflas con su cantinfleo rompió con los viejos moldes expresivos, habló como el pueblo empobrcido y le dio voz y reconocimiento. Su cantinfleo fue una rebelión ante las normas expresivas establecidas.
Las aluciones al cantinfleo se hicieron presentes en la política mexicana en aquel episodio protagonizado por Luis Napoleón Morones que encabeza la CROM y Lombardo Toledano al frente de la CTM.
El carácter ontológico de Cantinflas es nacional, en sus películas se refleja claramente nuestro pueblo. Es la esencia de lo mexicano.