Tiene razón. En el blues es imposible mostrarse como no se es realmente, al contrario. Es una música para hablar de verdades, por duras o brutales que parezcan. No hay escondrijo posible en sus notas ni en sus letras. Es la radiografía emocional del ser humano tal cual es. Este mismo espíritu es el que mantiene la emoción a lo largo de todos los tracks en que Clapton lo interpreta. Verdaderos homenajes al género de este cultivador británico.