Un profesor de filología inolvidable, se refería a nosotros, sus alumnos, en especial cuando había un bajo desempeño en las tareas y exámenes, como: “¡Fulleros, tránsfugas, ratas de escuela, piratas de sus padres, sepulcros blanqueados (impecables por fuera y llenos de podredumbre por dentro)“ y muchas linduras más.