La palabra animal, por cierto, tiene su origen en la palabra alma, y esta a su vez en el ánime, en el hálito, en lo que respira o lleva el soplo de la vida. Así, animalis es aquello que tiene o posee vida. Un animal es un ser vivo, un ser animado. De ahí también proviene el término alimaña, referido a un animal que nos es dañino.