Es un divertimento, en el que una palabra, nos da el pretexto para imaginar y conocer historias. Un “diccionario lúdico” que nos hace mirar hacia lo literario, lo científico e histórico, sin dejar de lado a la cultura popular.
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A Juan de la Cosa lo flecharon con dardos impregnados de curare. Para 1508 ya se tenía conocimiento y procedencia de este veneno, que se extrae de diversas plantas venenosas. Era usado por los jíbaros e indios caribes, como los yanomamis.
Phillipe Charlier, el autor de El libro de los rituales, afirma que los rituales nacen para "organizar el caos".
Platón provenía de una familia acomodada que le brindó una excelente educación conforme a la divisa “mente sana en cuerpo sano”.
Un huésped es alguien “que se aloja en un hotel o en casa de otra persona, bien como invitado o bien pagando por ello”.
Dédalo fue un brillante inventor, arquitecto y artista ateniense. Tuvo un hijo, Ícaro, y también una hija, Yápige. A su lado también estuvo su muy destacado y listo aprendiz de nombre Talos.
Es una pseudociencia definida como “el estudio de los animales sobre cuya existencia solo poseemos evidencia circunstancial y testimonial, o bien evidencia material considerada insuficiente por la mayoría”.
La etimología de feroz es latina. Proviene de ferox, ferocis, con el sentido de una fuerte tendencia a comportarse como una fiera.
Al suplicio se le define como “lesión corporal o muerte impuestas como castigo”. Quien lo sufre aguanta un gran sufrimiento físico y/o moral.
Agüitado, se trata de un mexicanismo que equivale a triste, abatido, con el ánimo decaído.
El término falo proviene de griego phallós, con el significado de hinchado.
Sublime viene del latín sublimis, compuesta por sub, o bajo, y limis, en el sentido de "umbral" o "límite".
Una de las más famosas videntes de comienzos de siglo XX en México fue Zulema Moraima Gelo.
El nombre Esopo significa “cara quemada”, en clara alusión a su aspecto feo y deforme.